La sexualidad acompaña a las personas desde el nacimiento, atravesando todas las etapas evolutivas hasta su muerte.
Mediante la sexualidad expresamos nuestra personalidad y manifestamos nuestras acciones, ya que cumple un rol social y personal fundamental.
Como bien sabemos, muchas personas viven su sexualidad como una fuente de placer, mientras que para otras es generadora de conflictos, llamadas disfunciones sexuales. Las disfunciones sexuales son aquellas dificultades que se producen en cualquier etapa del acto sexual (Deseo-Excitación-Meseta-Orgasmo-Resolución) que impide que unx de los integrantes o la pareja disfrute de la actividad.
Muchas veces, las personas consultan a un sexólogo creyendo tener una disfunción sexual, cuando en realidad sólo necesitan orientación y/o información. Por eso, es fundamental que en la primera etapa el profesional realice un diagnóstico para evaluar si la problemática es de índole sexual o si es necesario derivar a un psicólogo o medico.
Los motivos de consulta mas frecuentes por disfunciones sexuales son: disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia, vaginismo y falta de deseo.