La pareja constituye un encuentro, una unión, una interacción entre dos personas que se construye en el tiempo. Requiere de un conocimiento y reflexión constante.
A veces los vínculos de pareja transitan momentos de desencuentros ó se retroalimentan recíprocamente con manifestaciones, acciones y conductas que generan malestar, obstaculizando el desarrollo y construcción de la relación.
Generalmente cuando una pareja decide comenzar una terapia es porque se encuentra atravesando una crisis. En este espacio denominamos crisis a la desarticulación en las formas habituales de interacción que funcionaban en la relación. La palabra crisis en latín significa decidir. Por lo tanto, entendemos a las crisis como nuevas oportunidades para afrontar los cambios que se presentan en la vida.
La terapia de pareja ofrece un espacio de reflexión para desentramar y desatar los nudos entretejidos por ambos integrantes. Cuestionar, desarmar lo que funcionaba hasta ayer, y hoy en día genera malestar. Colaborar para vincularse, para poder ser par, además de ser uno y el otro. Aceptar la diferencia.
Trabajamos con las complicaciones que se reflejan en el día a día, con la comunicación en la pareja. ¿Qué decimos cuando hablamos ó cuando callamos? Entender la implicancia que tiene lo que uno hace en el otro y al mismo tiempo lo que el otro hace en uno. Darle un nuevo sentido a lo que hacemos.