En una sesión virtual con una pareja que asiste a terapia sexual hace un año y que la cuarentena los obligó a separarse -porque viven en diferentes domicilios-, él nos mencionaba lo siguiente:
"No sé, no está bueno estar encerrados, sin poder ir de acá para allá sin preocupaciones. Pero es la única manera de frenar esto y volver a la vida normal. En desmedro de nuestros deseos, obvio".
En desmedro de sus deseos. Deseos sexuales, hablaba nuestro paciente. Deseo que existía, pero no podía concretarse de la manera normal para ellos, piel con piel, con un acto sexual. Ellos estaban aprendiendo a vincularse con su sexualidad desde otro lugar, no solamente desde lo genital, sino con los 5 sentidos, que es justamente con lo que se trabaja en la terapia sexual. El camino en la construcción del deseo. Erotizarse. Seducirse. La famosa previa. Reencontrándose en el juego del chat, cómo se esforzaron al conocerse.
Ella cuenta que antes del COVID-19, quizás Walter iba a su casa y ella no se preocupaba por cómo estaba vestida, y que ahora, en cada videollamada se preocupa por gustarse en como se ve frente a la cámara.
Estas parejas que están separadas, pero juntas, la cuarentena las obliga a ocuparse más tiempo en la famosa previa, en calentar los motores para luego llegar al acto sexual, en construir espacios que funcionen como bases para cimentar el deseo sexual, el erotismo.