El mito universal de la vagina dentada (del latín- dentada -con dientes) aparece en leyendas y relatos aborígenes antiguos representando el temor a lo desconocido. Actualmente la imagen es muy utilizada en el arte y la literatura popular.

Sigmund Freud toma la idea de vagina dentada como concepto en la teoría psicoanalítica para representar la idea del miedo a la castración. Esta idea se ha transmitido en distintas culturas con el objeto de prevenir a los hombres del contagio de enfermedades sexuales a través de mujeres desconocidas. Circulan leyendas urbanas sobre la vagina succionadora que mantiene al pene cautivo.

El mito, claramente ubica a la mujer en un lugar temido, capaz de devorar y matar a un hombre si hace lo incorrecto. También se cree que durante el siglo XIX se diseñaron dispositivos anti-violación que se introducían en la vagina, aunque no hay registro de que realmente hayan sido usados. Hoy en día, el mito sigue vigente en el imaginario colectivo. Los genitales femeninos siguen siendo tabú y sagrado a la vez. Muchas mujeres sienten verguenza e incomodidad con la sola idea de nombrar sus vaginas y/o explorarse a través de la autoestimulación con el fin de lograr una sexualidad más plena. No olviden que las creencias irracionales y el desconocimiento colaboran en la aparición de disfunciones sexuales. Por lo tanto, nunca está demás recordar que: La vagina es un conducto fibro – musculoso elástico que une la vulva con el útero (órgano reproductor). La vagina a simple vista no puede ser observada, lo que vemos es la vulva. Si separamos los labios mayores y los menores, podremos ver el inicio del conducto vaginal. Para la tranquilidad de los hombres, hasta ahora y según los informes ginecológicos del momento, nunca nadie ha visto una vagina con dientes.