En la era del 2×1, del supermiércoles mujer, del groupon y demás descuentos que nos agobian día a día, los orgasmos múltiples parecen estar en la misma línea. Dos orgasmos, como mínimo, por cada acto sexual (sola o acompañada) están de moda. Es un ofertón imposible de resistir, pero… ¿Queremos? ¿Cómo se accede a tan glorioso combo?

Todas las mujeres somos (potencialmente) multiorgásmicas, esto quiere decir que fisiológicamente estamos preparadas de acuerdo a nuestra respuesta sexual, a tener más de un orgasmo en el mismo acto (a diferencia de los hombres, que están presos del período refractario).

Si una mujer quiere tener orgasmos múltiples, ya sabe que puede. Ahora lo que importa es saber cómo lograrlo. Para eso es fundamental entender cómo funciona el cuerpo de una mujer.

Antes del acto sexual deberán aparecer las siguientes fases en este orden: DESEO (pensamientos, fantasías, ganas, es lo que me impulsa a tener sexo), luego llega la EXCITACIÓN a través de la estimulación permanente directa e indirecta del clítoris (digamos que el territorio se va preparando y la mujer se lubrica, que es algo parecido a la erección en el hombre), después llega el ansiado ORGASMO (que es un reflejo muy placentero que da la sensación de descarga por las contracciones rítmicas) y por último la RESOLUCIÓN (que vendría a ser el momento en donde uno podría prenderse un cigarrillo…, es la relajación, donde todo vuelve a su lugar natural). La idea es NO llegar a esta última fase de Resolución (o relajación), sino retroceder (luego del orgasmo) a la fase de excitación, con deseo y estímulos correspondientes (esto último es fundamental) y así, probablemente se llegue a un segundo orgasmo, a un tercero, etc… Parece fácil, pero no lo es tanto, se debe practicar bastante y se recomienda hacerlo en principio sola (autoestimulación), para conocer mejor el cuerpo y los tiempos.

PERO, luego saberse capaz…¿Es importante y necesario tener más de un orgasmo?, la respuesta es NO. Sucede que muchas mujeres quieren experimentarlo, claro, casi siempre inducidas por los cuentos de las amigas (que son todas multiorgásmicas, OBVIO) y sentencian que es IN – CRE – I – BLE y de esta forma empezamos a circular en el laberinto de los mitos y las frustraciones que tanto nos inmovilizan.

Por eso siempre hay que recordar que cada mujer tiene su gusto y deseo particular, hay quienes siempre pretenden más de un orgasmo (quizás quieran hacer un acopio para las épocas de malaria) y, ¡está muy bien!, y hay otras que con uno alcanza y sobra y también está perfecto.

Lo importante, mujeres, es respetar ese deseo y conocer los alcances de nuestra sexualidad.